Aquí os dejo un ejemplo del diálogo que hemos hecho esta mañana en clase, en el cual se utilizan algunos superlativos. Espero que os sirva de ayuda.
Paula: Hola Soledad. Tengo que contarte una cosa. Tengo un
problema…
Soledad: ¿Qué te pasa?
Paula: En mi trabajo hay un chico guapísimo que me gusta mucho.
Soledad: Pero, eso no es un problema. Eso está genial. Dime
cómo es ese chico.
Paula: Es un compañero nuevo de trabajo que se llama Miguel. Es un
chico deportista, muy atractivo, altísimo… Vamos, que ¡me encanta!.
Soledad: Si tanto te gusta, ¿por qué no sales con él?. A mi me
parece que es perfecto para ti.
Paula: Ahí está el problema… Miguel y yo habíamos quedado para
salir juntos el próximo sábado, y yo estaba entusiasmadísima con la cita. Sin
embargo, me he enterado de que Carmen (la jefa de secretarias) me lo ha robado.
¡Y ya llevan saliendo juntos cinco días!.
Soledad: ¡Odio a Carmen! Me parece antipatiquísima. Y Miguel,
¿no te ha dicho nada?
Paula: No, tan sólo ha anulado nuestra cita y ahora ya ni me mira
en la oficina.
Soledad: Pobrecita… Lo siento mucho. Yo también estoy fatal con
mi novio. Cada día es más aburrido. Además, cada vez es menos atento conmigo.
Ya no sé que hacer para que cambie de actitud.
Paula: Sí, bueno, tus problemas ahora mismo me parecen una
tontería… Tú por lo menos tienes novio, pero ¿y yo?. Ya no quiero ir a la
oficina porque no quiero ver a Miguel y a Carmen juntos. ¡Estoy deprimidísima!.
Me ha roto el corazón…
Soledad: Bueno, ya aparecerá otro chico, ¿no?
Paula: ¡Pero es que yo no quiero a otro chico!, yo quiero a
Miguel. Estaba enamoradísima de él. Era el hombre de mis sueños.
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