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domingo, 7 de diciembre de 2014

Letra de la canción "Latinoamérica" (Calle 13)

LATINOAMÉRICA (Calle 13)

Soy... soy lo que dejaron.
Soy toda la sobra de lo que se robaron.
Un pueblo escondido en la cima.
Mi piel es de cuero, por eso aguanta cualquier clima.


Soy una fábrica de humo,
mano de obra campesina para tu consumo.
Frente de frío en el medio del verano,
el amor en los tiempos del cólera, ¡mi hermano!


El sol que nace y el día que muere,
con los mejores atardeceres.
Soy el desarrollo en carne viva.
Un discurso político sin saliva.


Las caras más bonitas que he conocido.
Soy la fotografía de un desaparecido.
La sangre dentro de tus venas.
Soy un pedazo de tierra que vale la pena.


Una canasta con frijoles.
Soy Maradona contra Inglaterra
anotándote dos goles.
Soy lo que sostiene mi bandera.
La espina dorsal del planeta, es mi cordillera.


Soy lo que me enseñó mi padre,
el que no quiere a su patria, no quiere a su madre.
Soy América Latina,
un pueblo sin piernas, pero que camina. ¡Oye!


Tú no puedes comprar al viento
Tú no puedes comprar al sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor


Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores


(Bis)

Tengo los lagos, tengo los ríos,
tengo mis dientes pa' cuando me sonrío.
La nieve que maquilla mis montañas.
Tengo el sol que me seca y la lluvia que me baña.


Un desierto embriagado con peyote.
Un trago de pulque para cantar con los coyotes.
Todo lo que necesito.
Tengo a mis pulmones respirando azul clarito.

La altura que sofoca.
Soy las muelas de mi boca, mascando coca.


El otoño con sus hojas desmayadas.
Los versos escritos bajo la noches estrellada.
Una viña repleta de uvas.
Un cañaveral bajo el sol en Cuba.


Soy el mar Caribe que vigila las casitas,
haciendo rituales de agua bendita.
El viento que peina mi cabello.
Soy todos los santos que cuelgan de mi cuello.
El jugo de mi lucha no es artificial,
porque el abono de mi tierra es natural.


Tú no puedes comprar el viento
Tú no puedes comprar el sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor

Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores


Não se pode comprar o vento
Não se pode comprar o sol
Não se pode comprar a chuva
Não se pode comprar o calor
Não se pode comprar as nuvens
Não se pode comprar as cores
Não se pode comprar minha alegria
Não se pode comprar as minhas dores


No puedes comprar el sol...
No puedes comprar la lluvia.
(Vamos caminando) No riso e no amor
(Vamos caminando) No pranto e na dor
(Vamos dibujando el camino) El sol...
No puedes comprar mi vida
(Vamos caminando) 


MI TIERRA NO SE VENDE

Trabajo bruto, pero con orgullo.
Aquí se comparte, lo mío es tuyo.
Este pueblo no se ahoga con marullo,
y se derrumba yo lo reconstruyo.


Tampoco pestañeo cuando te miro,
para que te recuerdes de mi apellido.
La operación Cóndor invadiendo mi nido,
¡perdono pero nunca olvido! ¡Oye!


Vamos caminando.
Aquí se respira lucha.
Vamos caminando.
Yo canto porque se escucha.
Vamos dibujando el camino.
(Vozes de um só coração)
Vamos caminando.
Aquí estamos de pie.


¡Que viva la América!

NO PUEDES COMPRAR MI VIDA...

Vídeo de la canción "Latinoamérica" (Calle 13)

¡Hola chicas y chicos!

Aquí os dejo el vídeo de de la canción "Latinoamérica" que vimos en clase.


lunes, 3 de noviembre de 2014

Diálogo entre Paula y Soledad

Hola chicas y chicos:

Aquí os dejo un ejemplo del diálogo que hemos hecho esta mañana en clase, en el cual se utilizan algunos superlativos. Espero que os sirva de ayuda. 


Paula: Hola Soledad. Tengo que contarte una cosa. Tengo un problema…
Soledad: ¿Qué te pasa?
Paula: En mi trabajo hay un chico guapísimo que me gusta mucho.
Soledad: Pero, eso no es un problema. Eso está genial. Dime cómo es ese chico.
Paula: Es un compañero nuevo de trabajo que se llama Miguel. Es un chico deportista, muy atractivo, altísimo… Vamos, que ¡me encanta!.
Soledad: Si tanto te gusta, ¿por qué no sales con él?. A mi me parece que es perfecto para ti.
Paula: Ahí está el problema… Miguel y yo habíamos quedado para salir juntos el próximo sábado, y yo estaba entusiasmadísima con la cita. Sin embargo, me he enterado de que Carmen (la jefa de secretarias) me lo ha robado. ¡Y ya llevan saliendo juntos cinco días!.
Soledad: ¡Odio a Carmen! Me parece antipatiquísima. Y Miguel, ¿no te ha dicho nada?
Paula: No, tan sólo ha anulado nuestra cita y ahora ya ni me mira en la oficina.
Soledad: Pobrecita… Lo siento mucho. Yo también estoy fatal con mi novio. Cada día es más aburrido. Además, cada vez es menos atento conmigo. Ya no sé que hacer para que cambie de actitud.
Paula: Sí, bueno, tus problemas ahora mismo me parecen una tontería… Tú por lo menos tienes novio, pero ¿y yo?. Ya no quiero ir a la oficina porque no quiero ver a Miguel y a Carmen juntos. ¡Estoy deprimidísima!. Me ha roto el corazón…
Soledad: Bueno, ya aparecerá otro chico, ¿no?
Paula: ¡Pero es que yo no quiero a otro chico!, yo quiero a Miguel. Estaba enamoradísima de él. Era el hombre de mis sueños.



domingo, 2 de noviembre de 2014

Don Quijote de La Mancha

¿Quién era Don Quijote de la Mancha, ese personaje de la novela de Miguel de Cervantes, también llamado “el Caballero de la triste figura”?. 

Don Quijote era un hombre de unos 50 años que se llamaba Alonso Quijano. Vivía en la Mancha y era un gran apasionado de los libros de caballeros. Un día, por  culpa de comer tan poco, de dormir tan poco y de tanto leer, se volvió un poco loco y decidió convertirse en caballero andante. Así fue como se cambió el nombre a Don Quijote de la Mancha, se enfundó unas armaduras de su bisabuelo y se fue a buscar su caballo. Tenía un caballo viejo, huesudo, y se pasó 3 días poniéndole y quitándole nombres hasta que, por fin, decidió llamarle Rocinante.  

No solo le bastaban un caballo y una armadura, también necesitaba una princesa a la que amar con locura. El problema era que en La Mancha no había princesas... Sin embargo, recordó que cuando era joven se había enamorado de una chica llamada Aldonza Lorenzo. Aldonza Lorenzo era una campesina que venía del Toboso y que no era muy guapa. Tenía un bigotillo por encima del labio, unos brazos gruesos, un pelo recio como pajas de escoba y unas manos grandes como rastrillos. Como Don Quijote estaba un poco loco, se la imaginó como una princesa hermosa y le puso de nombre Dulcinea del Toboso. Para él, Dulcinea tenía la piel blanca como la nieve, las mejillas rosadas como los claveles, los cabellos dorados como el sol y las manos delicadas y hermosas. Y en vez de ser una campesina, se la imaginaba cosiendo con hilo de oro y cantando canciones al son de un arpa. 

Además, Don Quijote decidió que necesitaba un escudero, como todos los caballeros importantes, y fue en busca de uno. Encontró a un vecino del pueblo llamado Sancho Panza, un hombre menudo, barrigón y bajito. Sancho no había ido a la escuela ni sabía leer ni escribir, pero le gustaba mucho recitar refranes populares. Don Quijote le convenció diciéndole que si lo ayudaba a conquistar un reino, iban a ser tan ricos que iba a poder vestir a sus hijos como príncipes. Sancho, sin pensarlo dos veces, le dijo que sí. Así fue como comenzaron las aventuras y desventuras del Caballero de la triste figura, Don Quijote de la Mancha, y su fiel escudero Sancho Panza.



Aquí os pongo un enlace de un pequeño vídeo en el que se representa el famoso capítulo de Don Quijote con lo que él cree que son gigantes (y que, en realidad, son tan sólo unos molinos de viento).

Don Quijote y los gigantes

sábado, 18 de octubre de 2014

Diálogo: viaje a Barcelona


Hola chicas y chicos.
El lunes hicimos en clase un pequeño diálogo sobre Barcelona, ¿os acordáis?
A continuación os muestro un ejemplo de conversación, entre dos amigas, sobre Barcelona. En este diálogo, Cristina le pide consejos (o recomendaciones) a Marta sobre qué visitar y qué hacer en Barcelona.

Cristina: Hola Marta. La semana que viene voy de viaje a Barcelona. Tú ya has estado en Barcelona, ¿verdad?.
Marta: Sí, he estado tres veces. ¡Me encanta Barcelona!.
Cristina: ¿Me puedes recomendar algún lugar para visitar?
Marta: ¡Por supuesto! ¿Te gusta la arquitectura?
Cristina: Sí, me gusta mucho.
Marta: Entones tienes que ver los edificios de Gaudí. El más famoso es la Sagrada Familia. Es una iglesia preciosa que está sin acabar porque Gaudí murió antes de poder terminarla. Además, Gaudí construyó también la casa Batlló y el Parque Güell.
Cristina: Además de estos edificios de Gaudí, ¿qué otros edificios puedo visitar?
Marta: Tienes que ver también la torre Agbar. En Londres hay una torre muy parecida. Por la noche, esta torre se ilumina con luces de colores y hace que Barcelona se vea más bonita.
Cristina: ¡Qué bien! También quiero comprar ropa. ¿A dónde puedo ir?
Marta: Para comprar tienes que ir a las Ramblas. Allí hay muchas tiendas de ropa y también hay muchos mercados (como el famoso Mercado de la Boquería), bares y restaurantes para comer.
Cristina: ¿Y cual es la comida típica de Barcelona?
Marta: En Cataluña hay muchos platos típicos. Por ejemplo: el pan con tomate, los calçots y la crema catalana, que es un postre buenísimo.
Cristina: ¡Genial! Me encantan los postres. También quiero ver algún espectáculo deportivo en Barcelona. ¿Es posible?
Marta: ¡Por supuesto! En Barcelona son muy importantes los deportes, sobre todo el fútbol y el baloncesto. Si quieres ver un partido de fútbol tienes que ir al Camp Nou. El Camp Nou es el estadio del F.C. Barcelona (Barça).
Cristina: ¡Es verdad! Sí, tengo que ir al Camp Nou.
Marta: ¿Quieres hacer alguna excursión por Cataluña?
Cristina: ¡Me encantaría!. ¿Qué puedo visitar?
Marta: Puedes visitar las ruinas de Ampurias y el Teatro-Museo de Dalí en Figueres. Si vas en verano puedes ir a las playas de Tarragona o a las pequeñas de calas de Girona. Y si vas en invierno puedes esquiar en Baqueira Beret.
Cristina: ¡Qué interesante!. ¡Cataluña tiene estaciones de esquí!. No lo sabía.
Marta: Si, las estaciones de esquí están en los Pirineos.
Cristina: Tengo una pregunta más. ¿Hay fiestas tradicionales en Cataluña?.
Marta: ¡Claro que hay fiestas tradicionales! La más famosa es la fiesta de los Castellers. También hay un baile típico: la Sardana.
Cristina: Muchas gracias por tu ayuda. Ahora ya sé más cosas sobre Barcelona.
Marta: De nada. Espero que tengas un buen viaje.

Diálogo: tienda de ropa


Hola chicas y chicos.
Aquí podéis ver una conversación en una tienda de ropa entre una dependienta y un cliente.

Dependienta: Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?
Cliente: Buenos días. Quiero comprar unos pantalones.
Dependienta: Muy bien. ¿De qué color los quiere?
Cliente: Negros o grises oscuros.
Dependienta: ¿Qué talla utiliza?
Cliente: Normalmente utilizo la talla 42.
Dependienta: ¿Qué le parecen éstos?
Cliente: Son muy bonitos. ¿Me los puedo probar?
Dependienta: ¡Por supuesto! Los probadores están al fondo.
Cliente: Gracias.
Dependienta: ¿Cómo le quedan?
Cliente: Un poco pequeños.
Dependienta: Sí, necesita una talla más. Aquí tiene.
Cliente: Éstos me quedan mejor. Me los llevo. Además, quiero comprar una camisa a juego con estos pantalones. ¿Tiene alguna?
Dependienta: Sí, ahora mismo le traigo una que va perfecta con esos pantalones.
Cliente: Muchas gracias.
Dependienta: Aquí tiene la camisa. Pruébesela para ver que tal le queda.
Cliente: La camisa me queda muy bien y me gusta mucho. Me llevo las dos cosas. ¿Cuánto cuestan?
Dependienta: En total son 58 euros.
Cliente: ¿Puedo pagar con tarjeta de crédito?
Dependienta: No, lo siento. Sólo se puede pagar en metálico/efectivo.
Cliente: Está bien. Aquí tiene.
Dependienta: Muchas gracias. Aquí tiene el ticket/recibo. Que tenga un buen día.
Cliente: Gracias. Igualmente.